
Hoy en día, más de 194 millones de personas de todo el mundo tienen diabetes y se prevé que para el año 2025 sean 333 millones los afectados. Más de nueve de cada diez pacientes tiene diabetes tipo 2. Cada vez más niños y adolescentes desarrollan esta devastadora enfermedad, aunque todavía no se sabe con exactitud cuáles son los grupos de riesgo en la población pediátrica, la razón por la cual se presenta, como tratarla y lo más importante, como prevenir esta nueva epidemia que está dañando las futuras generaciones.
En la última década, hubo un incremento del 38% en la incidencia de la Diabetes tipo 2 en los niños y adolescentes entrando en la categoría de epidemia. Hasta principios de la década del 90, era prácticamente improbable atender casos de este tipo de diabetes en los niños. De hecho, era una enfermedad que se presentaba en los adultos pero ahora se detecta en pacientes cada vez más jóvenes.
Para entender un poco mejor
Normalmente, después de comer cualquier alimento rico en hidratos de carbono, el nivel de azúcar sanguíneo se eleva y en respuesta, el páncreas produce insulina. Esto hace que el azúcar se almacene en los músculos o en el tejido graso para su uso futuro para la producción de energía. La diabetes tipo 2 se caracteriza por una reducción de la eficacia de la insulina, lo que significa que el páncreas se ve obligado a producir más insulina para controlar el azúcar en sangre, esta condición recibe el nombre de insulino resistencia. Además, el páncreas no puede sostener dicha situación por un período muy prolongado y el azúcar en sangre queda fuera de control.
Generalmente, la diabetes tipo 2 es el resultado de la combinación del sedentarismo, la alimentación rica en calorías y en grasas y la obesidad, en especial la grasa localizada a nivel abdominal, son factores que favorecen la progresión de la resistencia a la insulina en niños y adultos con diabetes tipo 2. Claro está, que también los factores genéricos juegan un rol principal. La mayoría de los niños con dicha enfermedad tienen algún familiar con Diabetes tipo 2. Entre un 60 a un 90% de los jóvenes que desarrollan diabetes presentan acantosis negricans, un engrosamiento e hiperpigmentación de la piel en el cuello y en los pliegues debido a la insulino resistencia.
A pesar del aumento de la incidencia y la prevalencia, poco se sabe sobre cuál es el tratamiento más efectivo, el rol de la actividad física y la terapia nutricional en la glucemia y lo más efectivo para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular en estos pacientes. Menos del 10% de estos pacientes son tratados exclusivamente con dieta y ejercicio sino que requieren fármacos, ya sea insulina o hipoglucemiantes orales. Una vez instalada de diabetes tipo 2, la persistencia de la obesidad interfiere con la respuesta al tratamiento y exacerba el riesgo de hipertensión, dislipidemia (colesterol y triglicéridos elevados), ateroesclerosis y síndrome de poliquistosis ovárica.
Para prevenirla, los organismo de salud aconsejan que los niños no pasan más de 2 horas diarias frente a la TV o la computadora, sino que se involucren en actividades recreativas al aire libre y que realizan actividad física de manera regular, al menos 30 minutos diariamente. Otra medida de vital importancia es mantener el peso dentro de rangos saludables, limitar los alimentos ricos en grasas y azúcares usándolos de manera ocasional.
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